En el estado de Querétaro existen 2 municipios prominentemente indígenas, que son Amealco de Bonfil y Tolimán, en los que muchas de las raíces prehispánicas aun permanecen en la actualidad.

El sincretismo religioso y cultural han permanecido a través de los siglos y esto se muestra en muchas de las actividades que hoy en día podemos ver en la vida cotidiana de la gente de este municipio del semidesierto Queretano.

Como ya lo dijimos en alguna ocasión en estos espacios informativos, Tolimán tiene el honroso lugar de tener una fiestra religiosa y cultural más grande del mundo, que pocos en el planeta conocen y que es el orgullo de su gente y de todos los queretanos.

Nos referimos a la Fiesta de San Miguel, que en esta entidad dura 3 meses, pero que desafortunadamente por esta pandemia que vivimos en el planeta, este año se vio francamente disminuida.

En esta fiesta como ya lo explicamos en su oportunidad (edición No. 2), se mezclan muchos elementos que son parte de la cosmovisión ancestral indígena y muchos otros de la influencia de la religión católica que vinieron a imponer los conquistadores españoles.

Elementos como el copal, el chimal y otros objetos con el que es construido este último, así como otras cosas más que se mezclan en esta cultura indígena muy particulares.

Pero esta no sólo es la única tradición más importante que tiene Tolimán, ya que existen muchos otros elementos que le dan identidad propia a este municipio como lo son sus danzas, como la de San Miguel, pero existe otra que se ha venido transmitiendo de generación en generación a través de los siglos, como lo es la Danza de “Xaha” o Danza de la Tortuga.

Con uñas y dientes han venido defendiendo su lengua materna que es el Otomí, que aun se habla en muchas de las localidades al interior del municipio, y que los jóvenes se han venido resistiendo aprender de él, por lo que es necesario que se implementen acciones para conservarlo como un tesoro cultural ideológico que les da mucha identidad.

De Tolimán existen muchísimas cosas de las que se prodrían hablar, pero una muy importante en la actualidad es su gastronomía.

Dentro de los principales alimentos de los que tendríamos que mencionar en este sentido, es sobre la producción de la guayaba, que es de una calidad inmejorable, por su sabor, textura, tamaño, color, son elementos que le han estado colocando como punto de referencia en donde se logra colocar este fruto.

Tolimán es un municipio que huele a tradición, que huele a familia, a calor humano y eso lo demuestran sus vendedoras que ofrecen sus productos que directamente salen de sus traspatios para ofrecerlos en su mercado y calles aledañas.

Es un deleite recorrer sus calles y encontrarte con productos altamente orgánicos y saludables, escuchar a las “marchantas” como les decían en las grandes capitales y ver como se hace el comercio directamente de la casa al consumidor.

Otro de los productos de que les hablaba es el famoso pan de Tolimán, que se hace de muchas maneras pero con un sabor único en el estado.

Pan de pulque que es una delicia para acompañarlo con un buen café de olla que lo mismo puede consumirse calientito o frio, y no pierde nunca sus sabor y consistencia.

Amigos, visitar Tolimán es como internarse en un pasado que se niega a morir y transportarse a la época en la que elementos como la familia eran lo más importante en la sociedad.

Recorrer sus calles y callejones nos puede dar una idea de que aún existen lugares en los que se antepone la cultura y lo natural, al ataque de la modernidad y el caos de las grandes ciudades.

Te invitamos a conocer Tolimán y su gente.