Colaboración Especial: Premier Noticias Querétaro
Salvador Corleonne
En Cadereyta de Montes, la huelga que ya cumple 1 MES pone en evidencia una vez más la falta de oficio político que aqueja a la administración municipal. La presidenta Astrid Ortega Vázquez enfrenta críticas en el ámbito político, mediático, pero ahora el más preocupante; el señalamiento ciudadano, por la incapacidad de su equipo legal para llegar a un consenso con el sindicato de trabajadores, dejando a la administración pública y a la población en una situación vulnerable.
Tras la reciente reunión llevada a cabo este jueves 13 de marzo en el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, Ortega Vázquez salió de nuevo con las manos vacías ¡Y peor aún con un retroceso en las negociaciones!. El abogado del sindicato fue claro: “No estamos en condiciones de dialogar”. Esta negativa subraya el estancamiento de unas negociaciones que deberían ser prioritarias.
La propuesta del municipio, que incluye un pago de 5 millones de pesos para cubrir adeudos de 2023 y 2024, junto con una respuesta al pliego petitorio, parece ser insuficiente. La sesión fue levantada sin acuerdos, dejando la puerta abierta para retomar el diálogo en cualquier momento. Pero, ¿cuánto tiempo puede esperar la ciudadanía de Cadereyta, para contar con los servicios al 100% de la administración pública por la que votó?
La presidenta municipal hizo un llamado a la paciencia y al respeto hacia el sindicato, pero la realidad es que la población necesita soluciones, no promesas. La complejidad de la situación es innegable, pero la falta de avances concretos es frustrante para quienes veían en la morenista una luz para Cadereyta, una luz que se apagó inclusive antes de arrancar la administración.
La falta de habilidad política y el retroceso en las negociaciones continúan generando incertidumbre. Cadereyta necesita liderazgo y acción inmediata para superar esta crisis y devolver la normalidad al municipio. La pregunta es, ¿está la administración actual a la altura del desafío? La respuesta visiblemente es que está quedando muy chiquita