Cadereyta en pie de lucha
El conflicto laboral en Cadereyta sigue en punto muerto, y no precisamente por falta de voluntad del sindicato, sino por la cerrazón y la desinformación promovida desde la administración municipal. En un nuevo comunicado, los trabajadores han dejado claro que la presidente municipal no solo ha fallado en la resolución del conflicto, sino que ha optado por una estrategia de manipulación mediática para tergiversar los hechos y victimizarse ante la opinión pública.
La mentira como herramienta de gobierno
El sindicato es contundente: la deuda que la alcaldesa presume haber reducido es inexistente en los términos en que ella la plantea. Sus afirmaciones no tienen sustento y solo buscan maquillar la crisis en un intento desesperado por desviar la atención.
Pero más allá de los números, lo más preocupante es la actitud de la presidente municipal ante la huelga. Según los trabajadores, la alcaldesa y su equipo jamás buscaron prevenir el estallido del conflicto, sino que parecieran haberlo provocado a propósito, con expresiones como “vámonos a huelga, a ver cuánto aguantan” y “no van a aguantar”, dejando en claro su desprecio por los derechos laborales y su nula intención de resolver el problema.
Una guerra mediática en lugar de soluciones
La alcaldesa no se ha centrado en encontrar soluciones reales, sino en construir una narrativa en redes sociales que la muestre como la víctima de una huelga injustificada. Lo más grave es que ha llevado esta estrategia hasta el Tribunal de Conciliación, no para negociar de buena fe, sino para alimentar su espectáculo mediático. En lugar de presentar propuestas serias, ha enviado a sus asesores de medios para manipular la información y seguir engañando a la ciudadanía.
Pero el sindicato no se deja intimidar. No hay división, como la alcaldesa ha intentado hacer creer. Por el contrario, la unión de los trabajadores es más fuerte que nunca y su postura es clara: no exigen privilegios, sino el respeto a derechos adquiridos que han sido ignorados y violentados sistemáticamente por la administración municipal.
¿Gobernar con desinformación?
El sindicato lanza una pregunta directa a la presidente municipal: ¿mentir y mal informar es su forma de llegar al diálogo? Si su estrategia para resolver el conflicto es desinformar y tratar de desgastar a los trabajadores, ha cometido un grave error. Cada mentira pronunciada en redes sociales y cada intento de dividir al sindicato solo ha fortalecido la determinación de quienes exigen justicia.
El llamado es claro: la alcaldesa debe dejar de jugar a la política con el futuro de Cadereyta. La huelga no se soluciona con discursos vacíos ni con campañas de desprestigio en redes sociales, sino con diálogo serio y responsable.
El mensaje del sindicato es contundente: no hay miedo, no hay división, y no se detendrán hasta que se respeten sus derechos.
Si la presidente municipal realmente quiere lo mejor para Cadereyta, debe demostrarlo en la próxima audiencia del Tribunal de Conciliación, el día de mañana. Pero no con promesas huecas ni con cámaras en mano, sino con soluciones concretas y la voluntad real de resolver el problema.
Porque al final, la pregunta sigue en el aire: ¿quién afecta más a Cadereyta, los trabajadores en huelga o una presidenta incapaz de gobernar con seriedad?
