Nigeria. – Un horroroso y devastador accidente sacudió el estado de Jigawa, al norte de Nigeria, cuando un camión cisterna cargado con combustible volcó y desató una catástrofe. Lo que comenzó como una caótica escena de saqueo de gasolina por parte de decenas de personas, terminó en una explosión brutal que ha dejado al menos 147 muertos y 55 heridos, según confirmó Lawal Shisu Adams, portavoz de la policía local.
El siniestro ocurrió cuando el camión, que transportaba miles de litros de combustible, perdió el control y se estrelló en una carretera de la región. En minutos, cientos de personas de las aldeas cercanas se congregaron en el lugar para llevarse el combustible derramado, ignorando el peligro latente. La tragedia golpeó sin previo aviso: una chispa desató una colosal explosión, envolviendo a los saqueadores en llamas y esparciendo muerte en un radio de varios metros.
Las autoridades describen la escena como “una carnicería total”. Cuerpos carbonizados y restos calcinados de vehículos y motocicletas se mezclaban en un escenario dantesco. Equipos de emergencia trabajan en la recuperación de los cuerpos, muchos de ellos irreconocibles, mientras que los heridos, algunos en estado crítico, fueron trasladados a hospitales cercanos.
Este trágico evento ha sumido a la región en el luto más profundo y ha vuelto a poner sobre la mesa el problema del saqueo de combustible en accidentes de camiones cisterna en Nigeria, donde la pobreza empuja a muchos a arriesgar sus vidas por unos cuantos litros de gasolina.
El impacto de la tragedia ha dejado a las comunidades cercanas devastadas. Familias enteras perdieron a sus seres queridos, quienes acudieron al lugar del accidente sin imaginar que estarían poniendo en riesgo su vida. Las imágenes de los cuerpos carbonizados y la destrucción han conmocionado no solo a Nigeria, sino también a la comunidad internacional.
El gobernador del estado de Jigawa declaró días de duelo, mientras que las autoridades federales han prometido una investigación exhaustiva sobre las causas del accidente y las condiciones del camión cisterna. Sin embargo, el saqueo de combustible en Nigeria es un problema recurrente, agravado por la pobreza extrema y la falta de oportunidades económicas, que empujan a las personas a arriesgarse en situaciones de alto peligro.
La explosión no solo dejó un rastro de muerte, sino que también reveló la precariedad del sistema de transporte y distribución de combustible en Nigeria, un país rico en recursos petroleros pero asolado por la corrupción y la mala gestión. Accidentes de este tipo no son raros, pero nunca antes se había visto una cifra tan alta de víctimas fatales en un solo incidente.
La comunidad internacional ha comenzado a enviar sus condolencias, mientras que organizaciones humanitarias están trabajando para apoyar a los sobrevivientes y las familias de los fallecidos. Los hospitales locales, que ya enfrentan recursos limitados, están al borde del colapso mientras tratan de atender a los heridos, muchos de los cuales sufren quemaduras graves.
Este desastre, que ya se perfila como uno de los más mortales en la historia reciente de Nigeria, será un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentan las poblaciones más vulnerables, atrapadas entre la pobreza y la desesperación.