La Secretaría de Salud (SESA) del Estado de Querétaro se suma, el segundo jueves de marzo de cada año, a la conmemoración del Día Mundial del Riñón, con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia que tiene el cuidado de los riñones y prevenir con ello diferentes padecimientos. El lema este año es “Salud renal para todos ¡Prepararse para lo inesperado, apoyando a los vulnerables!”.

Los riñones son el gran filtro del cuerpo que ayuda a  d e s e c h a r   todas las toxinas que producimos o ingerimos, por medio de la orina. Si este filtro no funciona o se obstruye, nos intoxicaremos a niveles que pueden llegar a ser letales. Las personas que tienen mayor riesgo de padecer una enfermedad renal crónica son aquellas que presentan sobrepeso, hipertensión arterial y diabetes, de ahí la importancia de fortalecer una cultura de prevención. 

Cabe señalar que la enfermedad renal crónica (ERC) se presenta en uno de cada 10 adultos en todo el mundo y si no se trata, puede ser mortal. Es la pérdida progresiva de la función renal a lo largo de un periodo de tiempo. Cada riñón tiene alrededor de un millón de filtros diminutos, llamados nefronas. Si las nefronas están dañadas, dejan de funcionar. 

Durante un tiempo, las nefronas sanas pueden asumir el trabajo extra. Pero si el daño continúa, cada vez más nefronas dejan de funcionar. A partir de cierto punto, las nefronas que quedan no pueden filtrar la sangre lo suficientemente bien como para mantenerle sano

Una persona puede perder hasta el 90 por ciento de sus funciones renales antes de experimentar ningún síntoma. La mayoría de las personas no presentan síntomas hasta que la ERC está avanzada. 

Los signos de enfermedad renal crónica avanzada incluyen tobillos hinchados, fatiga, dificultad de concentración, disminución del apetito, sangre en la orina y orina espumosa.

Por ello la Secretaría de Salud emite las siguientes recomendaciones para el cuidado de la salud renal:

Una dieta saludable, para un control adecuado de los niveles de azúcar en la sangre y para mantener un peso ideal.

Consumo adecuado de líquidos. La cantidad que necesitemos depende de nuestra actividad física, incluso del clima.

No auto medicarse. En particular, no tomar una cantidad excesiva de antiinflamatorios no esteroideos o analgésicos.

Mantenerse activo, realizar ejercicio frecuente.

Monitorear la presión arterial.

No fumar. Las sustancias que contiene un cigarro generan estrés oxidativo y procesos inflamatorios crónicos. Además, algunas de estas sustancias se pueden acumular en el riñón y generar toxicidad.

Realizar un chequeo renal si tienes factores de riesgo como obesidad, diabetes e hipertensión o historia familiar de enfermedad renal.

Para más información acudir al Centro de Salud.