Santiago de Querétaro, Qro.- Después de muchísimos años de haber sido ocupado para distintas actividades, hoy el edificio que fue creado para albergar en su momento al convento de San José de Gracia de las Religiosas Capuchinas, es un espacio dedicado enteramente a la cultura y el arte en el que se muestran diversas expresiones de artistas queretanos y de otras partes del país y del mundo..

El Museo de la Ciudad, se encuentra ubicado a un costado del templo que aun conserva su nombre original de “Capuchinas”, en la calle de Guerrero, muy cerca del Jardín que lleva el mismo nombre y donde por muchos años se ubicó la Presidencia Municipal de esta ciudad capital del estado de Querétaro.

La construcción de éste edificio inició en el año de 1718 gracias a los recursos donados por don Juan Caballero y Osio, pero no fue hasta el año de 1859 que pudo albergar y enclaustrar a las monjas capuchinas de Querétaro.

Este edificio jugó un papel importantísimo en la historia de nuestro país, ya que fue donde estuvo preso el último emperador de México, Maximiliano de Habsburgo, que  tras ser capturado por las fuerzas federales del gobierno de Benito Juárez García; y de ahí partió para su fusilamiento en el Cerro de las Campanas de esta misma ciudad.

Sobre este edificio también se han tejido muchos mitos y leyendas gracias a la historia que guardan sus muros, pero no fue hasta el 14 de febrero de 1997, cuando se creó este museo para albergar el arte, así como para difudir y exponer las creaciones de los jóvenes que desarrollan distintas obras.

Durante todo el año se muestran diferentes muestras de toda clase de expresiones, como lo son pictóricas, fotográficas, escultóricas, obras de teatro, danza, recitales de música, performance, talleres, presentación de libros y ciclos de cine.

Este es un espacio auspiciado por el Gobierno del Estado y desde su  fundación, “el edificio ha sido intervenido en varias ocasiones para la rehabilitación de los espacios abiertos al público como lo son las salas de exhibición que se ubican en las dos plantas de la edificación; salas de talleres educativos, espacios escénicos entre ellos un foro con capacidad de 400 personas, un auditorio y un teatrino; bodegas para el resguardo de obras de arte; y los patios centrales”.

Sin duda este Museo se ha ido consolidando como uno de los más apreciados por los artístas queretanos que ven en este lugar un espacio abierto para la difusión de todas sus expresiones e ideas.