En Europa fundamentalmente, se están realizando una serie de estudios genéticos en los cuales se busca demostrar que los orígenes del pueblo americano estarían en particular en el pueblo Altáis de Rusia.

Quien ha estado trabajando sobre esta teoría es el genetista ruso Oleg Balanovsky quien buscó comprobar esta hipótesis en 2015, en la que junto con su equipo de investigación realizaron dos nuevas etapas de investigación al respecto.

En un artículo publicado en el sitio México Desconocido, dan cuenta de la investigación del científico, en la que busca demostrar de lo que se está hablando desde hace un siglo, que son los orígenes del pueblo americano.

A lo largo de los años, numerosos científicos intentaron comprobar la hipótesis de la migración de grupos altáis de Rusia a través de Alaska, pero no es hasta ahora con estudios genéticos que se está llegando a la claridad del asunto.

De acuerdo a las investigaciones recientes se ha concluido que los grupos indígenas tales como los mexicas, incas, mayas, etc. están emparentados con la etnia altái de Rusia.

Los Altáis (idioma Altái: Алтай-кижи altái kizhi) son un pueblo nativo Turco que vive en la República de Altái y el Krai de Altái, (Rusia). Algunos altarianos también viven en Mongolia y el norte de Sinkiang, (China), pero no son reconocidos oficialmente como un grupo distinto (Fuente: Wikipedia).

Sobre este asunto, en 2013 las revistas Nature y Science, que son las dos publicaciones de divulgación científica más prestigiosas del mundo, dieron a conocer un artículo sobre un estudio que comparaba los genomas indígenas de todo el continente americano con los rusos.

Tras estos análisis, se comprobó que los ancestros de los indígenas americanos provienen de Siberia. Según la investigación, la población que emigró de Rusia llegó al continente americano hace aproximadamente entre los 20,000 o 30,000 años.

Para esto, inicialmente se realizaron análisis de más de 25,000 muestras de ADN provenientes de 90 etnias de Rusia y de naciones circundantes.

Como conclusión, los científicos confirmaron que la población indígena de América está emparentada genéticamente con la altái en Siberia. También se encontró relación genética con grupos indígenas de Australia y Melanesia.