Santiago de Querétaro, Qro.-
La Presidente de Cadereyta, Astrid Ortega, comenzó una marcha a la ciudad de Querétaro, y digo comenzó, no que convocó. Ella dice: «el pueblo de Cadereyta me acompaña». Iniciaron más o menos 150 personas; más tarde, en el transcurso de su marcha, disminuyó a 70. Ese pueblo bueno y sabio que nunca se equivoca no acudió a su convocatoria, la abandonó. Solo fueron sus incondicionales que no representan a nadie.
Claro, no podía faltar el pastorcillo evangelizador del “otro Querétaro”, Gilberto Herrera (que entienda, él no va a ser candidato en 2027), y sus incondicionales: la Lic. Blanca Benítez, Diputada Local; su hermana Rufina Benítez, Diputada Federal y expresidenta de Morena en Querétaro; y Gisela Sánchez, Presidenta de Morena en el estado.
Una marcha sin ninguna representación del pueblo de Cadereyta, fallida, manipulada, con denuncias públicas del uso de recursos públicos, según consta en videos y bitácoras de camionetas de particulares cargando gasolina para presuntamente participar en la marcha.
Una huelga que lleva 43 días y que ha afectado a todos los cadereytenses por la soberbia, la falta de oficio político y el berrinche de Astrid, quien sigue sumisa ante su mentor, Gilberto Herrera, un Diputado Federal disfrazado de pastorcito evangelizador. Este porro solo ha generado rencor, caos y ha pretendido dividir a la población con el discurso del “otro Querétaro”, cuando todos somos un solo estado, con regiones y costumbres diversas, cada una con peculiaridades y particularidades distintas.
Astrid ha recurrido a las redes sociales como una youtuber, mintiendo, diciendo verdades a medias, victimizándose y victimizando a los cadereytenses. Ha recorrido su municipio organizando asambleas que llama «del pueblo», pero solo las usa para desinformar sobre este conflicto laboral. Un conflicto que no se resuelve con marchas, con TikToks, Facebook o X. Ha utilizado recursos públicos no para informar, sino para generar división y caos. Como su mentor, busca adoctrinar con falacias. Esa es su forma de gobernar a un pueblo que no merece esto, “UN PUEBLO QUIZÁ ARREPENTIDO Y QUE HOY NO DISFRUTA LO VOTADO”.
Gilberto Herrera, Rufina Benítez y Blanca Benítez, representantes en el Congreso Federal y Local, fueron elegidos para legislar en beneficio del ciudadano, pero hoy se han convertido en CÓMPLICES DE UNA PRESIDENTA que, desde que asumió su mandato el 1 de octubre, no ha demostrado estar a la altura para gobernar. Solo sigue las órdenes de su mentor y su partido para sacar raja política. Ese manual ya lo conocemos. Debería quedarnos claro que estos personajes están a favor de su movimiento-partido, aunque eso signifique darle la espalda a los queretanos y cadereytenses.
La huelga y el conflicto laboral se le hicieron engrudo a Astrid y a su séquito de complicidades. Desvirtuaron la huelga, la politizaron y, además, le agregaron ingredientes que nada tienen que ver con el conflicto inicial. Ahora buscan controlar el agua y denuncian que se quiere dividir al municipio con la creación de Vizarrón como nuevo municipio, cuando en campaña apoyaban esta iniciativa y hoy ya no están de acuerdo. En su momento, Astrid declaró que Vizarrón podría ser municipio, pero sin Maconí, ya que esta es la joya de la corona: ahí está el control del agua.
Hoy el sindicato se manifestará en el centro de Cadereyta contra las mentiras y abusos de Astrid, para dejar claro que sus demandas son legítimas, que están unidos y que Cadereyta merece algo mejor de lo que votaron. “EL CIELO TAMBIÉN ES DE LOS ARREPENTIDOS”.
“SI LOS MORENOS TUVIERAN DOS CEREBROS, COMO ESTOS, SEGURAMENTE HARIAN EL DOBLE DE ESTUPIDECES”