La parroquia de
San Miguel
En Villa Progreso
La Delegación de Villa Progreso en el municipio de Ezequiel Montes tiene muchos lugares para visitar, pero sin duda alguna, la primer parada obligatoria será en la Parroquia de San Miguel Arcángel en esta localidad.
Esta demarcación fue fundada por los naturales ñhoñhos en 1616, originarios de la provincia de Xilotepec y al principio se le denominó como Batahá o Bothë, que significa lugar de cerros.
Durante la segunda mitad del siglo XVII comenzó la construcción del templo de San Miguel Arcángel, terminándose a principios del siglo XVIII. Los indígenas no eran muy afectos al trato con los españoles por lo que todavía durante el siglo XVII conservarían intacta su etnia, sin ningún mestizaje racial aparente.
Este templo tiene la fusión de las dos culturas, otomí y española, y como los indígenas creían en el cosmos, en la naturaleza, en la construcción se plasman diversos símbolos haciendo alusión a las costumbres y creencias de los nativos.
Platicando con Yanin Salas González, guía turística en Villa Progreso, nos comenta que prueba de esta fusión, en los arcos de la parroquia hay varios espirales, unos hacia arriba, otros hacia abajo, simbolizando el ciclo de la vida, nacer por la mañana, morir por la noche, volver a nacer por la mañana hasta que el ciclo se cierra; un crismón de flor, que representa la fusión del aceite con las esencias que utilizaban en las ceremonias religiosas, así como muchas más.
Sin duda entrar al templo y contemplar cada uno de los detalles con los que cuenta, nos muestra la diversidad con la que cuenta y propios y extraños acuden a pedirle al Arcángel San Miguel su protección divina, pues se cree que tiene el poder de proteger a quien lo invoque, de cualquier entidad que no provenga de la luz, cuida del hogar dando su total protección y muchas bendiciones más.