Colaboración Especial: Premier Noticias Querétaro
Por: Salvador Corleonne.
En un hecho por demás cuestionable, la diputada queretana Abigail Arredondo ha decidido votar a favor de otorgar protección (fuero) al ex futbolista y actual diputado federal Cuauhtémoc Blanco, quien enfrenta graves acusaciones de intento de vi0lación en contra de su propia hermanastra. Este acto no solo cuestiona la ética de Arredondo, sino que pone en evidencia la hipocresía que a menudo permea en el ámbito político.
Apenas hace unos días, Arredondo criticaba al gobierno federal morenista por su fallida estrategia en materia de impunidad y seguridad pública. En sus palabras, denunciaba la crisis de v1olencia que azota al país y prometía alzar la voz ante las injusticias. Sin embargo, esta tarde, su voto en favor del blindaje legal para Blanco contradice toda su retórica. Al dar la espalda a una posible víctima de vi0lación, Arredondo parece haber olvidado sus propias declaraciones y, en lugar de defender a quienes realmente lo necesitan, elige alinearse con los intereses de su partido y de la dirigencia nacional del PRI.
La decisión del grupo parlamentario del PRI de proteger a Cuauhtémoc Blanco, quien a dichos de la fiscalía de Morelos es un probable delincuente, que también ha sido señalado por enriquecimiento ilícito durante su gestión como gobernador en aquella entidad. Es una clara señal de que la política muchas veces prioriza la lealtad partidista por encima de la justicia. La bancada del PRI, encabezada por Alito Moreno, ha votado a favor de mantener el fuero de un hombre que, en lugar de ser investigado, se ha beneficiado de la protección que le brinda su posición.
Lo más indignante es que Abigail Arredondo, al igual que sus compañeros, parece estar coaccionada por su dirigencia para actuar en beneficio de intereses que poco tienen que ver con la realidad de los Mexicanos. Su papel en la legislatura federal no refleja el compromiso con las v1ctima5, sino una lealtad a aquellos que, en un juego de poder, buscan proteger a individuos cuya impunidad ha quedado expuesta.
Este tipo de decisiones no solo afectan la imagen de la PRIISTA, sino que también perpetúan la viol3ncia y la injusticia en un país que clama por soluciones reales. Al priorizar su carrera política y la protección de figuras cuestionables sobre la defensa de las víct1mas, Arredondo se aleja de lo que debería ser su verdadero compromiso: representar a los ciudadanos y luchar por un entorno donde la justicia prevalezca.
En un momento en que la voz de las mujeres y las víct1mas necesitan ser escuchadas y defendidas, la diputada Abigail Arredondo ha optado por el silencio y la complicidad. Habra que estar atentos a sus declaraciones y en su caso “justificaciones” por el sentido de esta polémica votación.



