Tolimán, Qro. – La noche del sábado 12 de octubre en el municipio de Tolimán, una tranquila velada se transformó en pesadilla cuando 125 personas, tras consumir carne contaminada, comenzaron a mostrar síntomas de intoxicación. El suceso, comenzó a causar alarma el domingo durante el día, mismo que sacudió a la comunidad, puso en alerta a las autoridades de salud y a Protección Civil, quienes inmediatamente acudieron al llamado de emergencia. El motivo aparente: la presencia de clembuterol en la carne distribuida en varios puntos del municipio.
La pronta acción en del día siguiente, fueron claves para mitigar el impacto de esta emergencia sanitaria. En medio del desconcierto, el alcalde Alejo Sánchez de Santiago se mostró al frente de las acciones. Desde el primer aviso, el mandatario local supervisó de cerca las labores de auxilio y atención, brindando su apoyo a los afectados. Durante la jornada, el alcalde no solo estuvo presente físicamente, sino que también utilizó sus redes sociales como un canal directo para mantener a la población informada, actualizando sobre el estado de los pacientes y las acciones de las autoridades sanitarias.
Hoy, a solo dos días del suceso, las inspecciones sanitarias no se hicieron esperar. Desde tempranas horas, brigadas de la Secretaría de Salubridad del Estado recorrieron los establecimientos de venta de carne, buscando el origen de la intoxicación. En varios de estos locales, se colocaron sellos de “Suspensión de trabajo o servicio” mientras se realizan las investigaciones pertinentes. Los comerciantes, entre la incertidumbre y el temor a perder sus ingresos, vieron cómo sus puestos de trabajo quedaban paralizados.
La población sigue en estado de alerta, preocupada por la seguridad alimentaria, mientras que las autoridades locales y estatales redoblan esfuerzos para esclarecer el incidente. El alcalde Alejo Sánchez de Santiago, con rostro de preocupación pero con determinación en su accionar, sigue al tanto de cada avance, asegurando que no se descansará hasta que se garantice la salud de los ciudadanos.
Lo que comenzó como un suceso aislado ha generado un cuestionamiento más profundo sobre la cadena de distribución de alimentos en Tolimán, mientras los afectados y sus familias esperan una pronta recuperación y respuestas claras.
A medida que los días avanzan, el ambiente en Tolimán se mantiene cargado de incertidumbre y tensión. Las familias de los 125 intoxicados, muchas de las cuales se encuentran en constante vigilancia médica, siguen esperando noticias sobre el estado de salud de sus seres queridos. En los hospitales y centros de salud, el trabajo no ha cesado. Los médicos y enfermeros, agotados pero comprometidos, luchan por estabilizar a los pacientes, mientras los especialistas investigan los efectos del clembuterol en sus organismos.
El clembuterol, una sustancia prohibida en el uso ganadero para consumo humano, es conocida por sus peligrosos efectos secundarios, incluyendo problemas cardíacos y respiratorios. Aunque su uso está regulado, los últimos acontecimientos en Tolimán han puesto en evidencia una posible violación de las normas sanitarias, lo que ha generado un fuerte debate entre los ganaderos, comerciantes y las autoridades.
Los locales de carne, que durante años han sido el motor económico de muchas familias, se encuentran ahora bajo la sombra de la duda. Para los habitantes de Tolimán, los sellos de «Suspensión de trabajo o servicio» en las carnicerías son un recordatorio visual del peligro que se esconde en lo que antes parecía ser un producto seguro. La comunidad, que siempre ha confiado en estos negocios, ahora se enfrenta a una difícil decisión: ¿a quién se le puede confiar la alimentación?
Entre las voces que emergen con fuerza en medio de la crisis, la del alcalde Alejo Sánchez de Santiago sigue resonando con claridad. A través de entrevistas y publicaciones en redes sociales, el alcalde ha prometido una investigación exhaustiva y ha garantizado que se tomarán medidas severas contra los responsables. “No vamos a descansar hasta que la población esté segura y los culpables enfrenten las consecuencias de sus actos”, afirmó Sánchez de Santiago en uno de sus mensajes más recientes, un compromiso que ha sido bien recibido por la comunidad, aunque el escepticismo y la preocupación aún persisten.
Los días venideros serán decisivos para esclarecer la magnitud del problema y determinar si la carne contaminada se distribuyó en otros municipios cercanos.
Por cierto en algún medio salió una foto que no es el local responsable del tema de intoxicación. El motivo de clausura fue por no querer mostrar un documento en tema administrativo.