Si en algo tienen doctorado todos los morenistas es en morderse la lengua casi casi hasta arrancársela (la lengua), pues más tardan en acusar a los panistas de hipócritas que ellos en hacer gala de su cotidiana hipocresía. Le cuento.
En el marco de la Feria de los marmoleros de Vizarrón, el municipio de Cadereyta de Montes llevó a cabo un evento inaugural el día viernes, Vicente Ortega (hermano de la Alcaldesa Morenista) y el Oficial Mayor del municipio llegaron a solicitar a los organizadores que no hablara nadie de Gobierno estatal ni el Senador , Agustín Dorantes solo la Presidenta Municipal de Morena y el Senador, Gilberto Herrera, ya que a palabras de Vicente Ortega dijo “esto es político y nadie más habla solo los de Morena”.
Hasta este momento, todavía no logramos dilucidar cuál es el cargo que ostenta o en calidad de qué lleva a cabo funciones públicas. ¿Nepotismo? Naaaaa, nada de eso, más bien ¡cinismo!
Nos cuentan que don Vicente se metió hasta la cocina con el programa del evento, pues incluso decidió quién sí y quién no estaría presente.
A propuesta de los organizadores de la Feria, se incluyó en los invitados a funcionarios municipales y estatales, pero el verdugo, acompañado del oficial mayor, Alberto Jurado, pararon en seco a los marmoleros y exigieron, con manotazos al aire y tono de voz hitleriano, quitar de la lista a los funcionarios estatales.
¿Pues a qué quieren jugar en Cadereyta? Se trata del vivo retrato de la hiperideologización de todo aquello que tocan.
En este caso, una feria que pretende promover una actividad tan relevante como es lo vinculado al mármol, querían que se convirtiera en una fiesta política de Morena.
Entre ocurrencias, revanchismos y gandallismos, Cadereyta y su gente termina pagando las facturas de los inexpertos con que carga la administración de ese municipio. Pasaron de Guatemala a Guatepeor.
Se les olvida lo que dijo su Presidenta de Morena, Ana Luisa Alcalde:
“No al nepotismo en las administraciones”.