Lo típico de toda administración le está ocurriendo a Manuel Montes en Colón. Al término de las gestiones comienzan a brotar a borbotones todo aquello que hicieron mal, por no decir que los desechos tarde que temprano terminan flotando.

Montes, alcalde priista colonense, sueña con la relección en dicho municipio, no obstante parece que su administración está tomando la forma de un carnaval brasileño y, ese sueño de verse nuevamente en la pequeña silla presidencial, parece que se le viene abajo.

Una de dos: o es muy “distraído” para darse cuenta de lo que ocurre a su alrededor, o simplemente tiene ojos de hormiga. Ahora le contamos porqué.

En San Juan del Río andan muy agradecidos con la gestión de Colón, y es que las despensas, cobijas y otros enseres pagados con el recurso de los colonenses terminan en eventos de la tierra de Roberto Cabrera. Y, claro, todo esto con el visto bueno de Giovanni Andrés Contestabile Borbolla, curiosamente titular de Administración de la presidencia municipal. ¡Qué tal!

Manuel Montes adolece de lo que sufren las figuras débiles. Su consejero, Jorge Mario Montenegro, que despacha en el área de servicios públicos, se ha encargado de dirigir las decisiones del alcalde, pero no solo eso, sino que también se ha dado a la tarea clavar a sus familiares en instituciones públicas como, por ejemplo, el CBTA 115. Algo parecido al nepotismo, ya nada más le faltó meter a sus perros y canarios.

Sin embargo, lo que sí viene ser una excelsa cereza del pastel se gesta en la Secretaría de Desarrollo Social, donde “atiende” Criseida Villanueva Jeréz. La encargada de combatir la pobreza en el municipio ya sigue instrucciones del mismísimo innombrable: Alejandro Ochoa (al menos es lo que ella pregona). Trasciende que desde mediados del año en curso, Villanueva sostiene encuentros discretos con Ochoa Valencia con miras a formar parte del proyecto del exconvicto. ¿Por qué no le piden al dueño de famoso restaurante en Viborillas las grabaciones de sus cámaras de seguridad? Ahí podrán apreciar esas “amables” reuniones entre los personajes en mención.

Y en el exterior de su administración las cosas tampoco son tan favorables. El escenario político se le torna adverso, pues figuras como la de Polo Bárcenas crecen de manera exponencial. Bárcenas está logrando lo que hace tiempo no: unión entorno a él y su proyecto del 2024. Una amenaza fuerte y tangible para Montes.
Pero no solo esto, sino que viejos tiburones de mar como Hugo Cabrera le hacen frente. Cabrera Ruiz está reactivando a sus células de operación para tratar de conquistar la presidencia municipal (aunado a que Hugo le tiene algunas guardadas a Manuel por cierto maltrato que ha hecho el alcalde a la regidora, Cecilia Cabrera).

Y en la propia casa ya recibe patadas bajo la mesa. El experimentado Juan Guevara ya puso la mira en la candidatura tricolor, pues encuestas en manos de Abigail Arredondo apuntan al diputado local como un posible favorito para encabezar a los priistas en Colón.

¿Pues qué pasó, alcalde? La fiesta se le adelantó a Manuel Montes y todavía ni siquiera llegan las fiestas patrias ni mucho menos los festejos decembrinos. La noche triste quiere abrazar anticipadamente al empresario, que dicho sea de paso, aún recibe quejas de proveedores de su campaña electoral.
Vaya desastre.