El municipio de Cadereyta enfrenta un momento crítico en su administración debido a la huelga de los trabajadores sindicalizados, la cual comenzó el pasado 14 de febrero. Este conflicto ha evidenciado la falta de diálogo y disposición por parte de su presidenta municipal, quien hasta el momento no ha avanzado en la resolución de las demandas laborales presentadas por el Sindicato de Trabajadores del Municipio de Cadereyta.
Un Pliego Petitorio Ignorado
Según declaraciones de Liliana San Martín Castillo, secretaria del Trabajo en Querétaro, no se ha logrado ningún avance en los puntos del pliego petitorio, lo que pone en evidencia la indiferencia de la actual administración ante los derechos de los trabajadores. Entre las demandas se encuentra el incremento salarial, una deuda histórica que data de 2016 y que no ha sido atendida pese a la inflación y las condiciones económicas actuales.
La Primera Reunión: ¿Un Diálogo Genuino?
Para el próximo miércoles 26 de febrero se ha convocado una reunión en la Secretaría del Trabajo entre el sindicato y la alcaldesa. Sin embargo, existe incertidumbre sobre la efectividad de este encuentro, dado que hasta el momento el gobierno municipal no ha mostrado una actitud conciliadora ni propuestas concretas para la resolución del conflicto. Aún no se ha determinado un monto necesario para conjurar la huelga, lo que demuestra la falta de una estrategia clara por parte del municipio.
El Factor Económico: ¿Negligencia o Mala Administración?
El conflicto laboral se agrava con la solicitud de la alcaldesa de un paquete de auxilio económico por 130 millones de pesos al gobernador Mauricio Kuri González, el cual incluye el pago de laudos. Esto levanta cuestionamientos sobre la gestión financiera del municipio, ya que el adeudo municipal original asciende a 52 millones de pesos. ¿Por qué se requiere más del doble de esta cantidad? ¿porque quiere revolver manzanas con peras, pidiendo también los recursos para los laudos que tampoco quiso incluir en la planeación de su presupuesto?
Un Gobierno en la Cuerda Floja
La situación en Cadereyta pone en entredicho la capacidad de la administración municipal para gestionar conflictos laborales y financieros. La falta de avances en las negociaciones y el descontento de los trabajadores sindicalizados podrían derivar en una crisis mayor si la alcaldesa no demuestra voluntad real de resolver las problemáticas existentes. El encuentro del 26 de febrero será clave para determinar si la administración está dispuesta a negociar o si continuará con su política de evasión y desinterés hacia los derechos laborales de sus empleados.