En una operación de alto nivel realizada con total sigilo, el gobierno de México trasladó a 29 capos del narcotráfico a territorio estadounidense. Entre ellos destacan figuras clave del crimen organizado como Rafael Caro Quintero, fundador del Cártel de Caborca, y los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, cabecillas de Los Zetas. La operación, coordinada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), se llevó a cabo bajo estrictos protocolos de seguridad y en respuesta a una solicitud del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El titular de la SSPC, Omar García Harfuch, enfatizó que la entrega de estos criminales es un logro en la estrategia de seguridad nacional y subrayó que «los más beneficiados somos los mexicanos», ya que estos individuos representaban una amenaza constante para la estabilidad y la seguridad del país. Explicó que la operación se llevó a cabo ante el riesgo de que algunos de ellos pudieran quedar en libertad debido a maniobras legales, como ya había ocurrido en otras ocasiones.
El traslado se realizó mediante un despliegue aéreo desde distintos penales de máxima seguridad en estados como Nayarit, Sonora, Oaxaca y Chiapas, concentrando a los criminales en la terminal militar de Santa Lucía antes de su partida. Según fuentes oficiales, los vuelos partieron entre las 10:00 y las 10:30 horas hacia diversas ciudades estadounidenses, donde enfrentarán cargos por tráfico de drogas, lavado de dinero y homicidio.
Entre los entregados se encuentran también Antonio Oseguera Cervantes, alias «Tony Montana», hermano de Nemesio Oseguera Cervantes, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); Vicente Carrillo Leyva, «El Viceroy», del Cártel de Juárez; y José de Jesús «El Chango» Méndez Vargas, fundador de La Familia Michoacana. Asimismo, figuran importantes operadores de los cárteles de Sinaloa, Los Beltrán Leyva y el Cártel del Golfo.
El titular de la Fiscalía General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, justificó la entrega de estos criminales bajo la Ley de Seguridad Nacional, asegurando que representaban una amenaza tanto para México como para Estados Unidos. Explicó que la operación se realizó en total apego a la Constitución y destacó la importancia de la cooperación internacional para enfrentar el crimen organizado.
Gertz Manero resaltó que la entrega se efectuó respetando los protocolos institucionales y los derechos fundamentales de los involucrados. También aclaró que la medida se tomó para impedir que estos individuos pudieran beneficiarse de procesos judiciales dilatados o resoluciones favorables que permitieran su liberación.
El operativo, que contó con la participación de más de 3,500 elementos de seguridad y 20 aeronaves, responde a la estrategia del gobierno mexicano de combatir el crimen organizado con acciones contundentes. García Harfuch reiteró que esta acción refuerza la seguridad del país al sacar de circulación a generadores de violencia que habían causado estragos en diversas regiones de México. «Este traslado de estos 29 generadores de violencia es una decisión estratégica que beneficia directamente a los ciudadanos mexicanos», concluyó García Harfuch, destacando que con este tipo de operativos el gobierno reafirma su compromiso de cero impunidad contra el crimen organizado.
