Iván Fabela sobre la huelga en Cadereyta
Desde el 14 de febrero de 2025, el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Municipio de Cadereyta de Montes mantiene una huelga debido a la falta de pago del Fondo de Ahorro y otras prestaciones laborales. Sin soluciones a la vista, la ciudadanía enfrenta una crisis en los servicios públicos mientras el gobierno municipal desvía la atención del conflicto con acusaciones contra periodistas en lugar de resolver la problemática.
En el programa radiofónico El Otro Querétaro, transmitido por Radio Universidad 89.5 FM, el ciudadano cadereytense y asesor jurídico de Voz y Testimonio, Iván Fabela, expuso su postura sobre la crisis municipal en una entrevista con el periodista Jorge Coronel.
Crítica a la gestión de Astrid Ortega Vázquez
Durante la emisión, Fabela criticó la falta de disposición de la presidenta municipal, Astrid Ortega Vázquez, para atender las demandas sindicales y cuestionó el manejo de los recursos públicos.
“¿Hay dinero para asesorías, pero no para los trabajadores?”, señaló el abogado Fabela.
Uno de los puntos más polémicos del conflicto es la distribución del Presupuesto de Egresos 2025, aprobado por el Ayuntamiento. De los $73,574,688.00 pesos asignados, destacan los siguientes rubros:
- $5,457,107.00 pesos para arrendamientos.
- $8,195,953.00 pesos para consultorías y auditorías.
- Solo $900,787.00 pesos para el fondo de ahorro de los empleados, mientras que la deuda con el sindicato asciende a $52 millones de pesos.
Ante esto, Fabela cuestionó:
“¿Por qué el municipio tiene recursos para asesorías externas, pero no para cumplir con sus obligaciones laborales con los trabajadores que realmente mueven al municipio?”
Además, recordó que los empleados municipales son quienes garantizan la operatividad del gobierno local:
“Las administraciones pueden cambiar, pero los trabajadores seguirán moviendo Cadereyta”.
Servicios colapsados y la polémica ‘mega faena’
La falta de acuerdo entre el Ayuntamiento y el sindicato ha provocado afectaciones en la prestación de servicios básicos, como la recolección de basura, el mantenimiento de espacios públicos y la atención en trámites administrativos.
En respuesta a la crisis, el gobierno municipal convocó a la ciudadanía a una “mega faena” de limpieza, en la que los habitantes debían barrer sus calles y transportar su basura hasta puntos designados.
Fabela reprobó esta medida, señalando que el artículo 115 de la Constitución establece que la recolección de residuos es una obligación del gobierno municipal y no de los ciudadanos.
“No se vale que los cadereytenses tengamos que romantizar el hecho de cargar nuestras bolsas de basura hasta puntos lejanos porque el municipio no está cumpliendo con su deber”, enfatizó.
Desvío de la atención: ataques a periodistas
El 19 de febrero, en lugar de entablar un diálogo con los trabajadores, Astrid Ortega optó por señalar a periodistas como responsables de violencia política de género, exigiendo disculpas públicas en redes sociales.
En un mensaje publicado en su perfil, la alcaldesa acusó a Ángel Rodríguez, jefe de información de Quadratín Querétaro y periodista de Meganoticias Querétaro, de revictimizarla con comentarios sobre su administración.
Sin embargo, diversos sectores consideran que estas declaraciones buscan desviar la atención del problema de fondo: la huelga y la crisis municipal.
Fabela señaló que, como funcionaria pública, la presidenta municipal debe tener mayor resistencia a la crítica, citando criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la libertad de expresión y el derecho a la información:
- “Los servidores públicos deben aceptar un mayor nivel de escrutinio y crítica”.
- “Las declaraciones de un funcionario pueden considerarse actos de autoridad si afectan derechos como el honor y la presunción de inocencia”.
Fracaso en el diálogo y posible intervención estatal
El 21 de febrero, Ortega convocó a una reunión pública con el sindicato, pero los líderes sindicales no asistieron, evidenciando la falta de confianza en su gestión. En respuesta, la Secretaría del Trabajo del Estado ha comenzado a intervenir en el conflicto.
La gran incógnita sigue siendo por qué la administración municipal no contempló en el presupuesto los recursos suficientes para cumplir con sus obligaciones laborales. Mientras tanto, la ciudadanía sigue padeciendo los efectos de la huelga y exige soluciones inmediatas.
“No puede subsistir este discurso de victimización ni de culpar a periodistas o al gobierno estatal. La presidenta municipal asumió el cargo para resolver conflictos, no para evadirlos”, concluyó Iván Fabela.