El semidesierto queretano, conformado por municipios tan diversos pero tan similares, teniendo en común un cálido clima pero teniendo opiniones tan particulares de su desarrollo, teniendo zonas tan abundantes como Bernal y tan poco valoradas como Villa Progreso, esto en Ezequiel Montes, pero lo mismo en Cadereyta, Tolimán, Colón y Peñamiller, en donde es más que visible la gran desigualdad que hay en temas de infraestructura, economía y desarrollo.
Estos municipios a pesar de estar en una zona no tan alejada de la capital de estado y de la capital del país (en donde se puede entender que el acceso a varios servicios mejoran en comparación a las zonas serranas del estado y del país), no son exentos a las problemáticas que se sufren en todo el país. Si bien, por los gobiernos locales hay grandes acciones por crear municipios autosuficientes, los esfuerzos únicos del gobierno estatal no son suficientes y con esto la idea de desarrollo de temas como economía, turismo, salud y seguridad se vuelve cada más difícil de alcanzar.
A esto hay que agregar que tanto Querétaro como el resto de los estados del país enfrentan una serie de desafíos agravados por los recortes presupuestales del gobierno federal. La escasez de agua como se hizo notar en Cadereyta, la degradación ambiental por temas como ganadería y extracción de materias primas en Cadereyta y Ezequiel Montes y el aislamiento geográfico que sufren en su mayoria Toliman y Peñamiller son problemas crónicos que limitan las oportunidades de desarrollo de estas comunidades. Los recortes presupuestales han reducido aún más la capacidad de los municipios y del estado para invertir en infraestructura, servicios básicos y proyectos productivos. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, existen oportunidades para impulsar el desarrollo local a través de estrategias como la promoción de la agricultura sostenible, el desarrollo de energías renovables y el fortalecimiento de las economías locales, la cooperación intermunicipal como lo están haciendo los municipios de la zona metropolitana y el empoderamiento de las comunidades son clave para construir un futuro más sostenible y equitativo en estas regiones.
AXEL PALMA.