Sinopsis
En una trama digna de un thriller político, el desalojo de comerciantes indígenas del municipio de Amealco del corazón de Querétaro revive viejas tensiones sociales y políticas en la capital del estado. Las decisiones del nuevo presidente municipal han despertado viejos fantasmas, confrontando a los ciudadanos con un dilema recurrente: ¿orden o inclusión?
Personajes
- El nuevo presidente municipal: Un protagonista que busca “poner orden” en el primer cuadro de la ciudad, enfrentando el riesgo de repetir la historia de sus predecesores panistas, Ignacio Loyola y Marcos Aguilar. Sus decisiones, cargadas de costo político, lo colocan en el centro de la tormenta.
- Los comerciantes indígenas de Amealco: Simbolizan una tensión constante entre la necesidad de sustento y las normas urbanas. Han retomado paulatinamente los espacios perdidos, visibilizando la falta de soluciones a largo plazo por parte de las autoridades.
- La oposición: Legisladores y críticos que han encontrado un motivo para asestar un golpe político al gobierno panista, impulsando un juicio político que podría terminar en la destitución del alcalde.
Trama
El desalojo de comerciantes en el centro de Querétaro, apoyado por la fuerza pública, recuerda los tiempos en que Ignacio Loyola Vera “limpió” las calles para convertir a Querétaro en un “ejemplo nacional de orden”. Después vino Marcos Aguilar Vega, quien despejó la Alameda de comerciantes para “rescatar” el espacio público, pero hoy esos fantasmas regresan al centro de la ciudad.
La justificación de la actual administración es similar: reinstaurar el orden en espacios públicos invadidos. Sin embargo, el desalojo pone en el centro del debate el derecho al trabajo de quienes han sido excluidos de soluciones formales. La narrativa oficial apunta a la necesidad de evitar que el Jardín Zenea se convierta en un mercado, mientras los desalojados cuestionan la falta de alternativas claras para subsistir.
Momentos Álgidos
- El desalojo en el Jardín Zenea: En una escena casi calcada de episodios anteriores, policías municipales desalojan a los comerciantes, desatando un conflicto que llevó a manifestaciones que colapsaron el centro de la ciudad.
- La intervención de la oposición: La oposición, olfateando el impacto político, lanza una ofensiva que podría derivar en un juicio político y la destitución del alcalde. Un pretexto perfecto para capitalizar la insatisfacción social y debilitar al gobierno panista.
Crítica
Esta nueva entrega de desalojo y reordenamiento en Querétaro, como en episodios anteriores, carece de un desenlace que satisfaga a todas las partes. Las autoridades se han quedado cortas en crear políticas integradoras, y los fantasmas del pasado —una historia de desalojos autoritarios y medidas impositivas— no dejan de rondar el centro histórico. La película, más que una reestructuración, se siente como un remake de viejos errores.
El conflicto refleja una falta de creatividad para resolver tensiones sociales, con una narrativa que defiende el orden a toda costa, pero sin ofrecer una solución de fondo para los comerciantes. En la película política de Querétaro, los actores principales se enfrentan a un dilema donde el final parece estar escrito: mantener el orden o enfrentar el descontento de una oposición hambrienta de oportunidades políticas.