Cadereyta enfrenta un nuevo capítulo de desorden administrativo bajo la actual gestión municipal. Esta vez, el problema es el atraso en el pago de la primera quincena para los trabajadores del municipio, una situación que revela la falta de experiencia y conocimiento en la administración entrante. Los empleados, quienes debían recibir su salario desde el pasado 14 de octubre, siguen sin ver reflejado su depósito en las cuentas bancarias, y hasta el momento de redactar esta información, no hay señales de solución.
El retraso afecta gravemente a los trabajadores de base, quienes, con sueldos modestos, dependen de estos ingresos quincenales para cubrir sus necesidades básicas. Para muchos de ellos, el salario representa el sustento diario de sus familias, lo que convierte este incumplimiento en una injusticia flagrante. A pesar de la importancia de este tema, la administración municipal no ha emitido una explicación clara o solución inmediata, lo que incrementa el descontento entre los empleados y la población en general.