La Orquesta Política de Querétaro: Un Baile de Vítores y Abucheos
Dice el refrán popular: «Quien bien atiende, bien aprende». Y vaya que el gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, aprendió la lección tras el desafortunado espectáculo de abucheos que protagonizó la última vez que Claudia Sheinbaum, presidenta de la República, pisó tierras queretanas. Esta vez, en una magistral jugada de ajedrez político, se aseguró de que la balanza se inclinara a su favor. ¿Cómo? Pues, ni más ni menos que organizando su propio «espectáculo» de vítores, aplausos y abrazos bien orquestados. Porque si algo hemos aprendido de la política en este país, es que la logística siempre será más importante que el discurso.
Panistas a la ofensiva: toma de la plaza y cerco «chairológico»
Los panistas queretanos, aquellos guardianes del «buen gobierno» y la «serenidad política», decidieron adelantarse a cualquier intento de sabotaje emocional por parte de los seguidores de la 4T. Sabemos que estos eventos no son, por supuesto, de entrada libre, pero en Querétaro ya no es solo cuestión de boletos: también es de madrugar. Desde antes de que saliera el sol, ya estaban ahí los fieles al partido, ocupando cada rincón de la plaza como si de un concierto de rock se tratara. Todo para evitar que los temidos «chairos» con sus negras intenciones osaran arruinarle la fiesta al gobernador.
No cabe duda de que, cuando de proteger al líder se trata, los blanquiazules saben organizarse. Así, la «plaza» se llenó temprano de simpatizantes bien identificados, con banderas, pancartas y esa extraña costumbre de apoyar a un político como si se tratara de un ídolo pop. Si alguien esperaba que esta vez los abucheos dominaran la escena, se equivocaron: Kuri González tuvo su momento de gloria, arropado por vítores que, sonaban como si de campaña política se tratara. ¡Qué despliegue de amor democrático!
La llegada de la presidenta: entre compromisos y promesas recicladas
Por supuesto, no podíamos ignorar la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum. Ella, siempre calmada y con ese aire de superioridad tranquila, aterrizó en Querétaro acompañada de su comitiva. Sabía bien que la situación podría volverse incómoda, pero, como buena política curtida en mil batallas, llegó preparada. Se reunió con medios locales, abordó temas recurrentes como el famoso tren de pasajeros México-Querétaro (sí, ese que lleva años siendo más una promesa que una realidad), y prometió una vez más que analizaría los 10 puntos clave para la entidad.
Es curioso cómo los políticos manejan este tipo de encuentros. Mientras los simpatizantes y opositores se enfrentan en las calles, los líderes se encierran a puertas cerradas a discutir «proyectos». Se habla del agua, de la energía, de la autopista 57… Pero, ¿algún compromiso real? Bueno, eso lo veremos «más adelante», según las propias palabras de Sheinbaum. ¿Más adelante? Qué novedad, ¿verdad?
El operativo de seguridad: un caos «organizado»
No podemos olvidar, claro, la impresionante muestra de control y eficiencia por parte de las autoridades locales. El operativo de seguridad, montado para controlar el flujo de personas, fue digno de mención… aunque no por las razones que quisiéramos. Mientras las filas de simpatizantes crecían y crecían, el caos se adueñaba de las inmediaciones. Familias enteras, ancianos, jóvenes, todos buscando un espacio en un evento que ya estaba saturado antes del mediodía. ¿Y los seguidores de la 4T? Pues, muchos de ellos tuvieron que dar la vuelta y regresar con las manos vacías.
Lo que sí fue impresionante fue la capacidad de las autoridades para, a pesar del descontrol, mantener la calma. Como si ya estuvieran acostumbrados a este tipo de situaciones, las cosas continuaron como si nada hubiera pasado. Querétaro, la tierra de la calma aparente, sigue siendo el escenario perfecto para este tipo de montajes.
¿Y el tren? Más promesas sobre rieles
Uno de los grandes temas del día, como siempre, fue el tren México-Querétaro. Ese proyecto que parece haber nacido en el mismo Olimpo de las promesas políticas y que, a pesar de los anuncios y las revisiones, sigue sin ver la luz al final del túnel. Kuri González insistió, por enésima vez, en la necesidad de construir tres estaciones: una en San Juan del Río, otra en el Aeropuerto Internacional de Querétaro, y una tercera para la zona metropolitana.
Y claro, la presidenta, con ese tono tan característico de «lo revisaremos con calma», no hizo más que confirmar lo que todos ya sabíamos: que el tren sigue siendo una fantasía en los discursos políticos. Lo que está claro es que Querétaro necesita mejorar su movilidad, pero parece que el tren, por ahora, seguirá siendo solo eso: un tren de palabras.
El arte de la política bien ensayada
El evento de Claudia Sheinbaum en Querétaro dejó muchas cosas en claro. Primero, que Mauricio Kuri aprendió rápido a protegerse de los abucheos, y que, cuando se trata de cuidar su imagen, los panistas saben movilizar a sus tropas como si se tratara de una batalla épica. Segundo, que la política en México sigue siendo, en muchos sentidos, una obra de teatro bien ensayada, donde los protagonistas no son los que están en el escenario, sino los que aplauden (o abuchean) desde las gradas.
Finalmente, más allá de los compromisos y las promesas recicladas, lo que realmente quedó claro es que, en este país, la política es un juego donde lo más importante no es lo que se dice, sino cómo se controla la narrativa. Y en Querétaro, al menos por esta vez, Kuri González y su equipo supieron controlar el guion a la perfección.