En la caótica y delirante comedia de humor negro «Los Otros Datos – El Peje Informe», el director nos sumerge en el surrealista espectáculo del último informe presidencial del Peje, un evento que podría ser descrito como un carnaval de cifras infladas y realidades alternas, celebrado en el icónico Zócalo de la Ciudad de México.
Sinopsis: La Tragicomedia del Poder en Declive
La trama de esta película, aunque basada en hechos reales, se desenvuelve como una sátira mordaz sobre la decadencia del poder. El protagonista, El Peje, interpretado con maestría por un líder veterano que alguna vez llenó plazas a reventar, se enfrenta ahora a una realidad mucho más sombría: un Zócalo semi lleno y un pueblo que, aunque aún lo escucha, comienza a perder la fe en su narrativa.
El acto central de la película es el propio informe, un monólogo que se convierte en una danza de cifras y frases hechas, revoloteando sobre la cabeza del protagonista como un enjambre de datos confusos. La edición, brillante y desquiciante, alterna entre primeros planos de El Peje, donde se le ve casi hipnotizado por sus propias palabras, y tomas amplias de la plaza, que revelan el vacío simbólico que lo rodea.
La Maquinaria del Autoengaño
En «Los Otros Datos», el guion juega con la idea del autoengaño como un arte. El Peje maquila las cifras del desarrollo del país con tal convicción que por momentos parece creer realmente en ellas. Se le ve señalando, una vez más, a los fantasmas de gobiernos anteriores: corruptos, mafiosos y traidores que, según él, son los responsables de todos los males actuales. Sin embargo, en un giro irónico, nunca menciona las sombras de corrupción que se ciernen sobre su propio gobierno, a pesar de las múltiples denuncias y reportes de entidades fiscalizadoras.
El manejo de las cifras de inseguridad y muerte es uno de los momentos más oscuros de esta comedia negra. En una mezcla de cinismo y optimismo desbordado, El Peje presenta números manipulados que intentan mostrar avances en una realidad que los mexicanos conocen demasiado bien. El contraste entre sus palabras y las imágenes de violencia que intermitentemente aparecen en la pantalla es tan crudo que provoca una risa nerviosa, típica del humor negro.
Un Legado en Entredicho
Uno de los puntos más desconcertantes del filme es la manera en que El Peje se deshace en elogios hacia su sucesora. Lo que podría parecer una muestra de confianza se convierte, en la narrativa de la película, en una orden disfrazada. Desde el estrado, más que confiar, parece instruir sobre cómo continuar con su legado, un legado que, al desvanecerse, deja tras de sí una serie de pendientes imposibles de ignorar.
El colmo del absurdo llega cuando El Peje proclama, con una certeza casi cómica, que México será autosuficiente en la producción de hidrocarburos gracias a refinerías que, en la realidad, aún no están terminadas ni operativas. Esta escena, que debería ser dramática, es abordada con un humor negro que resalta la desconexión entre la narrativa oficial y la cruda realidad.
El Sol Abrasador de la Realidad
El informe es un martirio no solo por su contenido, sino por las condiciones en las que se realiza. Los espectadores, desde ciudadanos comunes hasta funcionarios y la misma presidenta electa, deben soportar un sol implacable mientras El Peje despliega su retahíla de «otros datos». Aquí, el sol abrasador se convierte en una metáfora visual del desgaste del poder y la fatiga del público.
Conclusión: El Delirio de los «Otros Datos»
«Los Otros Datos – El Peje Informe» es una sátira política que, a través del humor negro, nos muestra la tragicomedia del poder en su etapa final. El Peje, atrapado en su propia narrativa, se convierte en un personaje trágico, convencido de que su versión de la realidad es la única que importa. La película, al igual que su protagonista, parece decirnos que, al final, lo que cuenta no es la verdad, sino quién cuenta los datos. Un filme imprescindible para quienes disfrutan del humor negro y de las críticas punzantes a la política contemporánea.