Reconfiguración Política en Querétaro
La caída de la hegemonía Panista
El reciente proceso electoral ha dejado al estado de Querétaro con un panorama político radicalmente distinto, marcando el fin de la hegemonía panista que había prevalecido hasta los comicios de 2021. El Partido Acción Nacional (PAN) ha visto una disminución significativa en su control territorial, pasando de gobernar la mayoría de los municipios a solo 7 de los 18 que conforman la entidad.
En un hecho inédito para la historia de Querétaro, las fuerzas políticas se han redistribuido de manera más equitativa entre los distintos partidos. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), que alguna vez fue la fuerza dominante en el país, ahora gobernará solo 2 municipios en la sierra gorda queretana: Arroyo Seco y Landa de Matamoros.
Movimiento Ciudadano, por su parte, ha logrado un avance significativo al ganar la mayoría en los municipios de Colón y Amealco, que anteriormente estaban bajo el control del PRI. El Partido Verde, aunque perdió en Huimilpan, logró retener San Joaquín y recuperarse en Tolimán.
Morena ha conseguido un triunfo notable al ganar en 4 municipios: Ezequiel Montes, Tequisquiapan, Cadereyta y Pedro Escobedo, aunque perdió el control del municipio que tenía previamente.
En términos de resultados de votación, con el 98% de las actas registradas y una participación de 1,064,116 votos, los números reflejan un cambio significativo en las preferencias electorales de la ciudadanía. El PAN y sus alianzas lograron reunir 475,311 votos, mientras que el PRI obtuvo 29,605 sufragios, incluyendo a sus aliados. Movimiento Ciudadano alcanzó una votación de 67,396 votos, y Morena obtuvo un contundente respaldo con 366,817 votos. El Partido Verde acumuló 30,899 votos, el partido Querétaro Seguro 26,992, sin ganar ninguna alcaldía, y el PRD con 8,396 votos, tampoco consiguió ningún ayuntamiento y probablemente se quede sin regidores en la entidad.
Este nuevo escenario presenta un reto considerable para el PAN, que tendrá que adaptarse a una dinámica política en la que ya no ostenta la misma hegemonía. La distribución del poder entre más partidos obliga a un replanteamiento de estrategias y a una mayor capacidad de negociación y diálogo entre las distintas fuerzas políticas.
La pérdida de municipios clave y la consolidación de Morena en áreas estratégicas pueden ser indicativos de un cambio de rumbo en la política estatal. Si bien el PAN sigue siendo una fuerza importante, la competencia más reñida y la diversidad de gobernanza a nivel municipal podrían modificar significativamente el mapa político de Querétaro en los próximos años.
El tiempo dirá si esta reconfiguración es solo un ajuste temporal o el inicio de un cambio más profundo y duradero en la política de Querétaro. Por ahora, los ciudadanos esperan que sus nuevos gobernantes trabajen en conjunto para el bienestar del estado, superando las diferencias partidistas y enfocándose en las necesidades de la población.