Una estrategia riesgosa hacia las elecciones
Morena y su carrera contra el tiempo
En un ambiente político donde la anticipación y la estrategia son clave, Morena ha decidido mantener en suspenso la identidad de sus candidatos para las próximas elecciones, una táctica que, aunque busca preservar la unidad interna, podría estar caminando por la cuerda floja. La reciente revelación de sus candidatos a las diputaciones federales en la entidad ha generado un cúmulo de reacciones, análisis y, sobre todo, especulaciones sobre las posibilidades reales del partido en el próximo proceso electoral.
Encabezando la lista de candidatos se encuentra Gilberto Herrera, ex rector y quien fuera supercoordinador de los delegados federales. Herrera, que competirá por el primer distrito, abarca áreas críticas como la sierra gorda queretana y el semidesierto, zonas donde su presencia fue notablemente activa, aunque su gestión haya dejado mucho que desear para algunos críticos. Esta decisión de Morena de posicionar a Herrera en un distrito tan estratégico habla de una apuesta por la experiencia y el reconocimiento, aunque el historial de su desempeño pueda jugar en contra.
El segundo distrito ve a Ricardo Astudillo, líder estatal del Partido Verde y actual diputado local, buscando ascender al ámbito federal. Astudillo enfrenta el reto de sobresalir en una competencia dominada por el Partido Acción Nacional en municipios clave como San Juan del Río y Amealco. Su candidatura parece ser un premio de consolación tras ser desplazado en la carrera por la senaduría en favor de Santiago Nieto, una jugada que refleja las complejas dinámicas internas y alianzas dentro de Morena y sus aliados.
Para los distritos 3 al 6, Morena presenta a Maribel Barrón, María Gabriela Michaus Rocha, Bárbara Escobedo Lujan y Luis Humberto Fernández, respectivamente. Estos candidatos, menos conocidos en el panorama político estatal, enfrentarán el desafío de hacerse un nombre y convencer al electorado de su capacidad para representarlos eficazmente, una tarea nada sencilla considerando la intensa competencia y el escaso margen de tiempo para la campaña.
La estrategia de Morena de retrasar la divulgación de sus candidatos para los distintos bloques electorales es un arma de doble filo. Por un lado, permite al partido ajustar sus decisiones hasta el último momento, buscando minimizar las fracturas internas y optimizar sus opciones. Por otro, corre el riesgo de iniciar la carrera electoral con desventaja, repitiendo los errores del pasado que le costaron caro en el proceso electoral anterior.
La distribución de candidaturas por género en los distintos bloques muestra un intento por cumplir con las cuotas de género y presentar una imagen de inclusión y equidad. Sin embargo, la verdadera prueba estará en la capacidad de estos candidatos para conectar con las bases y convencer al electorado de que son la mejor opción para representar sus intereses.
En resumen, Morena se encuentra en un punto crítico. Su decisión de jugar al misterio con las candidaturas puede ser una estrategia para consolidar sus fuerzas internas, pero también puede ser percibida como una señal de indecisión o debilidad. Con el reloj electoral en cuenta regresiva, el partido necesita no solo definir claramente a sus candidatos sino también asegurarse de que estos tengan el carisma, la capacidad y el plan de trabajo necesario para ganar no solo las elecciones, sino también la confianza del pueblo queretano.
Los bloques quedarían de la siguiente manera para las 18 alcaldías en el estado:
ARROYO SECO: Mujer
QUERÉTARO: Hombre
SAN JUAN DEL RÍO: Hombre
TOLIMÁN: Hombre
AMEALCO DE BONFIL: Mujer
LANDA DE MATAMOROS: Mujer
CADEREYTA DE MONTES: Hombre
EL MARQUÉS: Mujer
TEQUISQUIAPAN: Hombre
CORREGIDORA: Mujer
PEDRO ESCOBEDO: Hombre
SAN JOAQUÍN: Mujer
COLÓN: Mujer
HUIMILPAN: Mujer
PEÑAMILLER: Hombre
JALPAN DE SERRA: Mujer
EZEQUIEL MONTES: Hombre
PINAL DE AMOLES: Hombre