1532 de la invasión
Templo de San Pedro
los vestigios en Tolimán
Tolimán, Qro.- A partir del año 1532 fue la fecha en la que los invasores Españoles llegaron a esta zona del semidesierto queretano, en la región que hoy conocemos como Tolimán.
Los territorios eran parte de los dominios de los indios chichimecas en la que se sembraba preferentemente algodón y con lo que pagaban tributo los pobladores al gran imperio Azteca.
La llegada de los Españoles y sus aliados, indígenas Otomíes provenían de la región de Xilotepec, apenas 11 años después de la caida del gran imperio Azteca en la amurallada Tenochtitlan.
Seguido a esta invasión, se hizo la declaración de fundación en 1532 denominándola como San Pedro Tolimán, pero no fue hasta 28 años después que se otorgó el documento en el que se dice que “En el siglo XVI este lugar pertenece a la Jurisdicción de la Provincia de Jilotepec y en 1532 se concesiona con fundo a Don Nicolas de Luis Montañez, Don Francisco Sánchez y Don Fernando Mendoza de Luna, todos ellos de Jilotepec, trajeron indios Otomies naturalizados para poblarlo”, según menciona el cronista municipal Francisco Reséndiz García, en su llibro “Municipio de Tolimán”, de la colección “Querétaro, Visión de sus Cronistas”.
Con este acto fundacional, se dieron por asentados y apropiadas sus tierras en favor de los españoles y sus aliados, dando origen a la respectiva colonización de estos nuevos “ocupantes”.
No fue hasta 1583, según el cronista en cuestión, que se realiza la fundación del convento de Tolimán, perteneciendo a la Diócesis de Michoacan, “era el convento No. 21 con cuatro religiosos de asistencia expuestos a las barbarbaridades de los caríbes chichimecas”.
El convento junto con su parroquia fue creciendo conforme pasaron los años, hasta que llegaron los tiempos convulsos en el país, que prácticamente la mayoría de los conventos menores como éste, tuvieron que dejar de ser utilizados para lo que fueron creados y simplemente servir como curatos o casa parroquial, como lo es hasta ahora.
La Parroquia de San Pedro, es una de las estructuras más antiguas del estado de Querétaro, bajo estas dimensiones.
No está influenciada por ningun periodo en particular y así lo muestra la sencillez de su fachada y construcción en general.
La mayor parte de su edificación está hecha de piedra y adobe, con paredes gruesas características de la época de su construcción.
La parte de atrás sí está conformada por enormes muros de piedra que están expuestas y forman una hermosa muralla de roca sólida que la hace ver más imponente.
El interior está decorado con sencillos murales de pintura que simulan arcos y columnas de mármol que encuadran pinturas o cuadros que resaltan a algún santo o algun pasaje bíblico en particular.
Sus ventanas están hechas de hermosos vitrales que dejan pasar los rayos solares convirtiéndolos en diferentes colores que resaltan al interior.
Aunque resalta la sencillez de la decoración y su construcción, no deja de ser un hermoso edificio que guarda siglos de historia y anécdotas de todos los pobladores de este municipio.
La casa parroquial cuenta con diferentes habitaciones que tienen distintos usos, entre ellos se encuentra un pequeño auditorio que sirve lo mismo para pláticas que tienen que ver con la Iglesia, que para reuniones que solicita el propio ayuntamiento para diversas capacitaciones fundamentalmente.
Lo que sería el átrio de la iglesia fue dividido por una calle que da vialidad al lugar en diversas ocasiones, pero casi siempre se encuentra cerrada al paso de los vehículos.
Un jardín con diversas plantas endémicas de la región es lo que queda del antiguo atrio, que hoy es un lugar de paseo y esparcimiento de los visitantes y lugareños de este municipio.
Finalmente una torre solitaria es flanqueada por lo que fue parte de este atrio parroquial, pero que hoy se quedó como abandonado en el tiempo, como un mudo testigo del esplendor de una época pasada.
Tolimán y su Templo esperan a sus visitantes para que puedan disfrutar de la belleza de su gente, sus tradiciones y gastronomía, que sin duda transportará al visitante a épocas pasadas llenos de sabor a historia.